La pediculosis, más conocida como “tener piojos”, es una consulta muy frecuente en pediatría. Aunque muchas veces genera vergüenza o incomodidad, es importante saber que es algo muy común en la infancia y que con el tratamiento adecuado se puede resolver sin mayores complicaciones.

¿Qué es la pediculosis?
Se trata de una infestación del cuero cabelludo por piojos, unos pequeños insectos que se alimentan de sangre y que se contagian fácilmente por contacto directo entre personas, especialmente entre chicos que comparten juegos, abrazos, peines o gorros.

Los signos más frecuentes son:

• Picazón intensa en la cabeza (especialmente en la nuca y detrás de las orejas).
• Presencia de liendres (los huevitos de los piojos) pegadas al cabello.
• A veces, se pueden ver los piojos caminando en el cuero cabelludo.

¿Cómo se trata?
El tratamiento de la pediculosis tiene dos partes: la eliminación mecánica y el tratamiento tópico. Te contamos paso a paso cómo hacerlo correctamente:

• Peine fino (¡tu mejor aliado!)
  Usá un peine fino metálico para quitar los piojos y liendres. Se pasa desde la raíz del cabello hasta las puntas, mechón por mechón, con mucha paciencia. Lo ideal es hacerlo sobre el cabello húmedo, con buena luz y a diario, hasta que no se encuentren más liendres ni piojos.
• Vinagre (con precaución)
  El vinagre puede ayudar a inmovilizar a los piojos tras unos 10 minutos de exposición, lo que facilita su extracción. Pero ¡ojo! Puede irritar el cuero cabelludo, así que se debe usar con cuidado y no es recomendable en todos los casos.
• Lociones antipiojos
  Permetrina al 2,5%: Es uno de los tratamientos más utilizados. Se aplica siguiendo las indicaciones del envase y debe repetirse entre los 9 y 10 días, ya que puede haber liendres que sobrevivan al primer uso. Puede provocar un leve enrojecimiento o picazón en el cuero cabelludo.
• Ivermectina al 1%: Se reserva para los casos más persistentes o donde hay una gran cantidad de piojos. Debe ser indicada por el pediatra.

¿Qué más debemos tener en cuenta?
Revisá a todos los convivientes. Si hay varios casos en casa, todos deben tratarse al mismo tiempo, incluso si no presentan síntomas. Lavá peines, toallas, fundas de almohada y gorros con agua caliente. Evitá compartir objetos personales.

Ante la aparición de piojos o liendres, no te alarmes, pero tampoco lo dejes pasar. Es fundamental hacer una consulta con tu pediatra para confirmar el diagnóstico y elegir el mejor tratamiento según la edad del niño, su tipo de piel y antecedentes.
Y recordá que más allá de la pediculosis, el acompañamiento pediátrico es clave para cuidar la salud integral de los más chicos. Controles periódicos, seguimiento del crecimiento y prevención de enfermedades son fundamentales para un desarrollo saludable.

En el Centro Médico Del Valle estamos para acompañarte en cada etapa del crecimiento de tus hijos. Agendá tu consulta y vení a conversar con tu pediatra de confianza. ¡Estamos para ayudarte!